Margaret había hecho una hermosa casa de campaña para los gemelos en su habitación, en la cual habían jugado hasta quedarse dormidos y ella a su lado, vigilando su sueño.
Dormía profundamente, pero cuando pasada la media noche escucho como la puerta de la casa se abría y alguien entraba por esta, se preocupó. Marco y Lisa se encontraban fuera celebrando su aniversario e incluso le habían dicho que no pensaban volver hasta el día siguiente por la tarde, lo cual le hizo pensar en dos posibilidades. Alguien había entrado a la casa o algo malo había sucedido para que ellos regresaran tan pronto; en todo caso estaba angustiada, así que se levantó con suma lentitud intentando no despertar a los gemelos. Apenas salió al pasillo, vio que la luz en la habitación de Marco se encontraba encendida y se escuchaban sus voces en el interior. La puerta se encontraba