Cuando Kaira abrió la puerta, se encontró con la cara expectante de su hermana, quien estaba acompañada por un joven atractivo y un niño de unos 12 años, Pari lucía elegante y bien cuidada pero intimidada por aquel encuentro.

— Hola, hermana, yo…

Pero Kaira no respondió, solo la tomó de la mano, la atrajo hacia ella y la abrazó. Sin poder contenerse, ambas lloraron y susurraron, —Lo siento.

Arin y Gian se saludaron y les dieron espacio a las hermanas para que pudieran tener un momento a solas, —Estás tan hermosa, Pari, todavía no puedo creer que estés bien.

— Igual me pasa contigo, permaneciste tantos meses desaparecida que estaba comenzando a perder la fe en volverte a ver.

— Sufrí tanto pensando en que no te pude salvar, que llegué tarde a nuestro encuentro y por eso habías fallecido.

— Tenemos mucho que hablar, creo que en menos de un año han cambiado poco completo nuestras vidas, pero primero déjame presentarte a mi esposo y su sobrino.

Ambos se presentaron tímidamente y luego Par