30. Cruel
Kaira estaba completamente sorprendida, por increíble que pareciera, no se había dado cuenta de su interés, por eso los comentarios de su padrastro le parecieron tan malintencionados.
— Me enamoré de ti hace mucho tiempo, Kaira—, continuó su cuñado.
— Yash, yo…
De repente, el joven tomó la mano de Kaira y la atrajo hacia él.
— Siento decirlo así y en tan mal momento… Pero no puedo controlarme…
— Yash… Es que… Eres un buen hombre, inteligente, comprensivo, tienes muchas cualidades para hacer feliz a cualquier mujer, pero…
— No necesitas responderme ahora, puedo esperar el tiempo que sea necesario.
Yash miró a la mujer frente a él, emocionado y asustado.
Por su parte, Kaira se sintió un poco incómoda al ser observada por los ojos ardientes del joven.
Estaba pensando en cómo evitar lastimar a su buen amigo, pero parecía que cuanto más tiempo pasara le daría más esperanza y mayor sería el daño.
Mientras tanto, Arin había acortado la reunión para intentar llegar a casa antes que Kaira