Capítulo 16: Ironía y consuelo. Parte IV
Connor Jones.
—¡¡Cómo puede ser posible que hayas llegado y no me dijiste nada, bastardo!!
Como dije, a veces puedes tener paz en tu propia casa. Nunca dije siempre.
Joe llegó haciendo su maravillosa visita a mi casa, cuando no lo he invitado ni he oído que ha entrado.
—¿Cómo te enteraste? ¿Quién te dejó entrar? —le pregunto, observándolo desde mi asiento.
Él se acerca sin sentarse y me observa desde su lugar. Detallo un poco al tonto de mi mejor amigo, este le ha crecido un poco su cabello rubio y la barba. No le luce mal, lo hace ver más maduro. Le da un gran aire de un jefe de empresa.
—Me enteré por los medios. Y la dulce de Ginny me dejó entrar, más te vale aumentarle el salario —respond