Logan 

Me separé cuando ella empujó mi cuerpo, para poder retirarlo del suyo. Posteriormente me dio una bofetada tan fuerte que sorprendido

—Le pido por favor que no lo vuelva a hacer, siento mucho que usted me confunda con otra persona. Sin embargo, te voy a dejar claro que soy una persona totalmente diferente. —Ella pasa la mano por su cara—. No me importa, sí por lo que acabo de hacer si pierdes la oportunidad de estar en este lugar. Pero no voy a hacer el reemplazo de un fantasma en su vida —dice y creo que me estoy estrellando con la realidad. 

—No vas a perder la oportunidad, no quería llegar a importunar. 

—Puede ser el dueño de todo esto y tener mucho dinero, pero no le he dado el derecho ni el permiso de que pueda tratarme con confianza, por favor le pido que me trate de usted. —Pasé saliva, su frialdad al hablarme me había dejado completamente mudo.

Y creo que no está muy equivocada, Amelia era totalmente diferente,  era una mujer dulce y noble.

—Le pido que se quede aprovechando la oportunidad que tiene, esto no se volverá a repetir y nadie se enterara —le dije totalmente serio. 

No permití que hablara algo más, salí de allí.  Me dirigí a donde estaba Frank, necesitaba dejarle claro que no podía dejar que ella se fuera de este lugar. 

Luego de terminar de hablar con Frank, volví para ir al parqueadero, necesitaba salir de aquí. Mi cabeza necesita ser despejada para poder pensar que es lo que sucedió. Sí hombre diferente, pero es la misma. Vi un carro pequeño color rojo, un tanto antiguo. Me dio curiosidad, no es de los que esté acostumbrado a ver por este lugar. Me acerco, este es un sitio exclusivo y debemos evitar que personas mal intencionadas se aparezcan por aquí para quien sabe que fines. Cuando me iba acercando, la vi, estaba besándose con mi empleado, su esposo. 

Pateo uno de los contenedores que se encuentran allí, para dar media vuelta e ir a mi carro. Manejé con gran velocidad hacia la revista, el trabajo es lo único que puede en estos momentos sacar todas esas cosas de mi cabeza. Al llegar, le pedí a Eleonor que nadie me interrumpiera, pude ver como los presentes se sorprendieron al ver lo enojado que llegué.  

Comencé a buscar por internet, necesitaba información de ella, de que esto no fuera una m*****a broma de su parte. “Mary Davis” puse en el buscador, solo salió información de ellas en redes sociales, hay fotos, comparte mucha información personal. Seguí deslizando eso y salían fotos de ella y de Jacob, felizmente casados y enamorados. Mis ojos derramaron lágrimas sin darles autorización, la perdí sin recuperarla.

Seguí observando sus fotografías, sin embargo, hubo una que llamó mi atención. Ella estaba con un niño, un niño tan parecido a ella, y en el pie de página, la descripción del cumpleaños de su hijo, tienen un hijo. 

Lancé la computadora lejos, apreté mis manos y golpeé la mesa. Mi respiración estaba agitada, la imagen se repetía una y otra vez en mi cabeza, como si fuera una pesadilla de nuevo. Fui hasta la licorera, saqué una botella de vodka, la destapé y bebí la mayor parte del contenido, directo, sintiendo como quemaba mi piel. Él no puede ser mejor que yo, para olvidar todo, para ser otra persona. 

—Señor —habla Eleonor—. ¿Se encuentra bien? 

—Ella me debe amar aún, era todo tan grande, como para que esto suceda —dije en baja voz.

—Señor, no lo escuché, —levanté mi mirada, ella me mira inquietante. 

—No sucede nada, tráeme todos los pendientes que hayan. No pienso moverme de este lugar hasta que haga todo. —Ella baja su mirada, me da rabia que tome esa posición—. Eleonor ¡No me has escuchado! —grité, haciendo que ella se sobresaltara. 

—Señor Logan ¿Le sucede algo? —se acerca de a poco, con miedo—. Señor, sabe que cuenta conmigo para lo que desee. No le puedo traer los pendientes, como sabía que usted iba a salir hoy, todo se lo di a la señorita Ruby. 

—Vete, déjame solo. —Ella se queda mirándome, como si no me entendiera—. Eleonor, ¿Tengo que decirte las cosas dos veces? —Ella negó moviendo su cabeza y salió. 

¿Será posible que no sea ella? 

Agarré mi cabeza, me sentía devastado. Tomé mis cosas para salir, pero en la puerta me encontré con Ruby, ella miró todo el desastre que había hecho en la oficina. 

—¿Debería preocuparme? —Muevo mi pie en repetidas ocasiones—. Es una broma. Eleonor me dijo que la gritaste, es algo normal en ti, pero no con ella. ¿Qué sucede? Logan te conozco muy bien, te ves realmente mal. 

—Quiero irme, ¿Vienes conmigo? —le extiendo mi mano y ella sonríe. 

Mi cabeza está dando vueltas, no tengo claro que sucede. Si es ella, ya no me quiere y si no, es muy parecida y me volverá loco. Por el momento, solo puedo resignarme, ¿Qué más puedo hacer? 

El Logan de antes, ha muerto y no se si el nuevo Logan sea capaz de sobrellevar todo esto. 

—Voy contigo a donde quieras, recuerda que estoy para ti. —La miro, cierro la puerta y luego la atrapé de su trasero para llevarla hasta el escritorio.

Beso su boca, la devoró con gran ferocidad, sus besos son agresivos, llenos de deseo. Necesito sacarme a esa mujer de la cabeza, apretó su cuerpo contra el mío, terminó de tirar al suelo lo que quedó en la mesa para luego soltar su camisa y besarla desesperadamente. 

Cuando la vi, la imagen de Amel… de Mary se vino a mi mente. Me separé de inmediato. Necesito cortar esto desde la raíz. 

—Dile a tu familia y a la mía, que vamos a hacer lo que mi abuelo nos pide. 

—¿Comprometernos? —bajé mi cabeza, solté el nudo de mi garganta para respirar mejor. 

—Por el momento solo empezar una relación. 

Ella se levantó de inmediato y me beso. 

—Estoy segura que me vas a amar, yo puedo hacer que tu sueltes esa coraza que has puesto, esa pared para evitar amar. —La miro extraño. 

—No va a ser verdad, Ruby sabes a la perfección que el amor no existe, que no me pienso comprometer con nadie. No eres la excepción. 

—Lo puedo intentar, adicional dices que vamos a empezar una relación. 

—Sí, pero será por nombre. No quiero presumirte, no me interesa que me presumas tampoco. Tendremos sexo, todo el que queramos. Entiende que esto es solo por complacer a mi abuelo y que deje de dañar mi trabajo, o todo lo que piense hacer. Adicional no será por mucho tiempo, al menos mientras las cosas se calman, luego cada uno vuelve a su vida como si nada.