Cada vez tenía más preguntas en su mente, y pronto no pudo contenerlas más. Felipe sacudió las cenizas de su cigarrillo y tomó su teléfono para llamar a Diego.
Una vez que la llamada se conectó, fue directo al grano y preguntó:
—¿Aún no has encontrado la información que te pedí?
Diego estaba buscando especialistas en medicina masculina y respondió de inmediato:
—Casi he terminado, señor. ¿Cuándo tiene tiempo para una cita médica? ¡Ya he contactado a varios médicos para usted! Todos ellos son muy reconocidos.
Felipe no entendía lo que estaba pasando y preguntó:
—¿Qué cita médica?
Diego respondió lentamente:
—Señor, no tiene por qué sentirse incómodo frente a mí. Ya conocemos su secreto. No se preocupe, después de recibir tratamiento de los médicos que he encontrado para usted, sin duda podrá recuperar su virilidad y conquistar a la señorita Rodríguez.
Felipe frunció el ceño y dijo:
—¿De qué estás hablando?
Diego finalmente reveló:
—Impotencia, disfunción eréctil.
Felipe est