Por un momento, Zachary sintió como si una mano invisible estuviera apretando su corazón. Tiró el libro que tenía en la mano sin pensarlo dos veces y se adelantó a ayudarla a levantarse del suelo.
Sin embargo, Charlotte ya se había levantado sola al momento en que Zachary se apresuró a su lado. Sus ojos permanecieron cerrados mientras volvía a caminar mecánicamente sobre el escritorio como un zombi.
Una expresión de sorpresa apareció en el rostro guapo de Zachary. Antes de que pudiera volver a sus sentidos, vio algo que lo sacudió hasta lo profundo. Charlotte ya había llegado al borde del escritorio, y si daba un paso más se caería al suelo.
Zachary perdió su calma usual y gritó: "¡Cuidado!". Por suerte, sus piernas eran largas. Solo tuvo que dar un gran paso, y ya estaba frente a Charlotte, lo que hizo que ella cayera directamente en sus brazos.
"¿Qué crees que estás haciendo, mujer?", preguntó Zachary, tomando su barbilla y envolviendo su brazo derecho alrededor de su pequeña cin