¡Pero no pudo!
No es que ella no quisiera matar a Charlotte ella misma. Sabía que no era rival para una arpía como ella…
Quién sabía si terminaría igual que ese incidente de mi*rda si blandía un cuchillo contra Charlotte, no solo no lograría su objetivo, sino que incluso podría darle a Charlotte una razón para quitarle el cuchillo y matarla, con la excusa de autodefensa…
Charlotte se dirigió al estacionamiento después de “consolar” a Tiffany.
Escuchó una voz aguda detrás de ella justo cuando llegaba a su coche. “Charlotte Simmons, gran farsante, has echado a perder mi reputación horriblemente y has hecho que me tiren tal… tal… tal asquerosidad, ¡y tuviste el descaro de pretender venir a consolarme!”.
“¿Oh?”.
Charlotte sonrió.
“¿Pensé que querías que te consolara? Incluso me agradeciste. ¿Por qué te convertiste en una persona completamente diferente ahora? ¿Como si quisieras comerme viva?”.
“¡Tú!”. La ira y el odio intensos tornaron púrpura el rostro de Tiffany.
Gillian, que es