Dora Cruz ahora sí que estaba segura que Ángela era especial para su hijo. Lo que no esperaba era verlo en ese estado, apenas podía ocultar sus celos. Nunca hubiera imaginado que fuera tan posesivo. Hasta le preocupaba que en cualquier momento hiciese algo indebido.
-Sí, es una muchacha muy agradable, Aurora. Estoy segura que podréis ser buenas amigas –intervino al ver a su hijo ausente.