POV ZAHIRA
Doy dos pasos hacia atrás dispuesta a abandonar el recinto, pero son esas dos simples letras que conforman aquella sílaba, que me devuelve el alma al cuerpo.
—No —habla Allarik con rotundidad y nunca en mi vida, me había alegrado tanto de escuchar una negación.
Las dos mujeres que nos acompañan sueltan un sonido estrangulado y lleno de sorpresa desde sus gargantas y yo no puedo estar más estupefacta que ellas.
Mi marido, toma a Sharik por los hombros y la aparta de él haciéndola a un lado, pasa sus enormes manos por su elegante traje, limpiándose como si se hubiese ensuciado de algo y luego dirige sus pasos hacía mi.
Se planta frente mío, que lloro desde hace quien sabe cuanto y con los nudillos que conforman sus gruesos dedos, limpia cada una de mis lágrimas.
—Seria incapaz de traicionar a la mujer que amo —dice sin dejar de observarme, ahora acariciando una de mis mejillas con el dorso de su mano—. Juré tener solo una esposa —me sonríe y yo cierro mis ojos para calmar la