―Lo sé. ―Aluhe aceleró sus movimientos. ―También me siento igual, muñeca. ―Su voz gruesa parecía quemarle la garganta, está tan excitado que no puede expresarlo.
Treinta y siete años, un mundo de mujeres a las que se ha follado y solo la mujer bajo su cuerpo ha sido capaz de llevarlo a un punto en