—En realidad no... —se rasca la nuca, visiblemente incómodo—. Esta mañana... solo la besé por impulso, no pude contenerme. Ella me correspondió y luego... tú llegaste. No quedamos en nada después porque Kevin despertó. Me porté como un animal, ¿verdad?.
Sonrío, divertida por lo tímido que se pone c