DAIANA JONES
Hace horas que desperté esperando encontrarlo apenas abra los ojos, pero mi desilusión creció al pasar minuto tras minutos y él no aparecía.
La luz del día aparece por la ventana alegrando el ambiente ambiguo y aburrido de este cuarto de hospital, las ganas de salir de este lugar incrementan por el estresante silencio que se adueña de todo aquí, a lo unicó que me dedico es a ver por la ventana esperando que así pase el tiempo con más rapidez.
-¿Puedo pasar?- pregunta alguien en la puerta junto a unos golpecitos con sus nudillos, parece que he estado metida en mis pensamientos por no poder escuchar con claridad a quien sea que esté allí.
No contesto, al contrario solo volteo a mirar la puerta esperando que esa persona entre.
La madera comienza a crujir un poco para dar paso a esa persona, por un momento tal vez pensé que iba a