Capítulo 24

El sol se cuela por mi ventana y abro los ojos lentamente, froto mis ojos y ahí está Evan a mi lado dormido profundamente sonrió al verlo tan sereno durmiendo su nariz perfilada, sus labios tan definidos y carnosos, sus ojos azules son simplemente hermosos.

—Evan, cariño —le digo dándole un casto beso en los labios, Evan pasa su mano por mi cintura y me atrae más a el, yo río como niña y acarició su cabello, el gruñe y abre los ojos.

—buenos días preciosa —me dice en susurro. 

—buenos días cariño —le digo dulcemente. 

—tengo que irme, le dije a mamá q
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