"Ven. Vamos a cenar primero", dijo Bai Tingxin.

Tan pronto como Qin Lianyi escuchó que había comida, se animó de inmediato. Una de las ventajas de salir con Bai Tingxin era que podía comer muchas cosas que antes no podía.

Una vez fuera del cine, Bai Tingxin llevó a Qin Lianyi a un famoso restaurante. Qin Lianyi solo había visto el restaurante en una revista gourmet antes y nunca había tenido la oportunidad de comer allí.

Sin embargo, después de empezar a salir con Bai Tingxin, había cenado allí varias veces.

La comida del restaurante se adaptaba bastante a sus gustos.

Al entrar al restaurante, Bai Tingxin pidió una habitación privada. Qin Lianyi se sentó en la habitación privada e ignoró los carteles de Gao Jingshan que había recibido ese día. En cambio, navegó en su teléfono.

No mucho después, el rostro de Qin Lianyi adoptó una expresión espantosa.

"¿Qué pasa?", preguntó Bai Tingxin.

Qin Lianyi dijo enojada: "Estas personas están yendo demasiado lejos. ¿Saben la verdad? Es cie