Cloe sonrió divertida mientras escuchaba a su padre con el de Alessandro. No era así como se había imaginado que sería su primera cita con el médico. Sus vacaciones en la playa habían terminado y estaban en la ciudad desde un par de días atrás. Las dos semanas más idílicas que podía haber imaginado y todavía se sentía algo triste por haber regresado.
Esa mañana sus padres y los de Fabrizio se habían aparecido en su departamento y se habían invitado a acompañarla hasta la clínica, pese a que su prometido les había dicho que no era necesario.
Era algo fuera de lo común, aunque tenía que admitir que lo apreciaba mucho y tal vez le resultaba algo divertido.
—Señora Morelli —llamó la enfermera que estaba detrás de un mostrador.
Su padre y Alessandro se pusieron de pie al mismo tiempo que ella y Fabrizio. Su madre y Ava sacudieron la cabeza sin moverse de sus lugares, ambas con sonrisas de diversión en el rostro.
—Esa soy yo —dijo tanto para la recepcionista como para sus acompañantes esper