Libi acababa de salir a trabajar, y ella estaba sentada aún impresionada por la cantidad de dinero que su amiga le dijo que tenía en su cuenta, al parecer Dante había agregado más dinero y no solo eso si no que tenía posibilidades de pedir más. No lo haría, después de tener a su bebe trabajaría y sería independiente.
Se levanto del sillón cuando alguien toco la puerta, quizás un amigo o amiga de Libi, pero al abrirla se encontró con Dimitri sonriendo con una caja pequeña de cartón en una mano.
—¿puedo pasar? – preguntó sonriendo
—¿Qué haces aquí? – preguntó molesta
—Visitarte
—Entonces ya debes saber lo que paso
—Tengo idea
—No quiero verte