Aun así, el recuerdo de lo que había pasado la última vez seguía rondándole la mente. No podía quitarse la sensación de que había algo más detrás, algo que no era simple coincidencia. Llevaba tiempo dándole vueltas, pero aún no lograba entenderlo.
—Más vale prevenir que lamentar —respondió Dave con firmeza—. Esta noche voy a ponerlo a prueba.
Tras unas cuantas palabras más, colgó la llamada.
Habían acordado encontrarse en el Hotel Edenfield, una elección segura para evitar cualquier manipulación en sus bebidas. El hotel formaba parte del Phoenix Alliance Group, y esa noche, el personal habitual sería reemplazado por los guardaespaldas más confiables de Dave. No estaba dispuesto a correr riesgos otra vez.
—Señor Evans, hemos logrado un gran avance —dijo Wyatt mientras se acercaba apresurado, hablando en voz baja—. He invertido muchas horas y por fin descubrimos algo.
Se inclinó hacia él, con una mezcla de emoción e incredulidad en su voz.
—No va a creer cómo resultó todo esto.
Sacó var