Selection, un nombre que prometía tanto glamour como oportunidades. Todos sabían lo que estaba en juego. Cualquier artista seleccionado obtendría un codiciado contrato de cinco años con Universal Pictures y la primera elección de papeles en sus proyectos cinematográficos.
En cuanto el anuncio se hizo público, fue como romper una represa. Las empresas se apresuraron a inscribirse, ansiosas por formar parte del espectáculo. Los anunciantes competían por conseguir patrocinios o acoger eventos, mientras que los representantes corrían a registrar a sus artistas.
La avalancha de actividad pronto fue demasiado para que Ashley la manejara sola. Por suerte, Rupert lo había previsto. Ya había reunido a un equipo de profesionales experimentados para encargarse de la carga de trabajo.
—Esta vez, aunque el nombre del Lawson Group aparezca en el evento —dijo Rupert, deslizando una lista sobre la mesa hacia ella—, la mayoría de los verdaderos jugadores son míos. Estas personas trabajan para Lawson e