Diana lo miró sin palabras. No podía saber si hablaba en serio o solo estaba inventando una excusa. Pero, de alguna manera, sentía que algo había cambiado entre ellos. Se sentían... más cercanos.
Mientras tanto, después de enviarle su número de cuenta a Madison, Bianca recibió rápidamente una transferencia bancaria. Cuando revisó su saldo, abrió los ojos con asombro.
Se quedó mirando la pantalla, parpadeando varias veces.
No podía ser...
Bianca volvió a mirar los números una y otra vez para asegurarse de que no lo estaba imaginando.
Cinco mil millones de dólares.
¿Cómo era posible que Madison y Leonel tuvieran tanto dinero?
Bianca comenzó a teclear temblorosa y llamó a Madison. En cuanto la llamada se conectó, soltó:
—¡Mamá, esto es demasiado! ¿De dónde salió todo ese dinero?
Madison apartó un poco el teléfono de su oído, dejando que la sorpresa de Bianca se disipara antes de responder con calma:
—No es tanto como parece. He trabajado durante años en el extranjero. Y el avance que