Después de recuperar el collar de rubíes, Wyatt emprendió el viaje de regreso.
Nadie sabía que el avión en el que viajaba se estrellaría.
Tan pronto como sucedió, la noticia se difundió rápidamente. Los reporteros compartieron actualizaciones y los equipos de rescate acudieron de inmediato al lugar. Pero las posibilidades de supervivencia eran mínimas.
No pasó mucho tiempo antes de que el incidente se hiciera viral en internet.
Cuando Dave vio la noticia, llamó enseguida a la aerolínea. Tenía que saber si Wyatt realmente estaba en ese vuelo.
Una vez confirmado, Dave sintió como si le hubieran dado un golpe directo al corazón. No podía moverse. Era como si toda la vida se le hubiera escapado del cuerpo.
Aún sin creerlo, marcó el número de Wyatt otra vez, pero no hubo respuesta.
Dave miraba por la ventana, con los puños apretados. El cielo se veía tan tranquilo, pero su corazón estaba en caos. ¿Cómo podía Wyatt haberse ido así?
No podía quedarse sentado esperando noticias. Corrió a