Bianca lo miró con incredulidad en los ojos.
—Pero le hiciste una promesa a Skylar. No vas a romperla, ¿verdad?
—Prometí que no me casaría contigo —respondió él—. Pero nunca dije que me casaría con otra. Bianc, una vez dijiste que el matrimonio es solo un papel. No dejemos que eso arruine lo nuestro. Mientras nos amemos, no necesitamos una boda para estar juntos.
Bianca quedó en shock.
—¿Estás diciendo que nunca te casarás? ¿Cómo puede ser eso? Eres el heredero del Grupo Evans. Algún día tendrás que sentar cabeza y formar una familia.
—Ya no soy el heredero —dijo Dave mientras le acariciaba suavemente la nariz—. El matrimonio y los hijos ya no me importan. Lo único que quiero es pasar mi vida con la persona que amo.
Bianca lo miró con una dulzura serena.
Dave siempre había sido así. Tenía una forma de tocar su corazón con palabras que la hacían querer llorar.
—¿Y tú? —preguntó él, levantando una ceja con picardía—. ¿De verdad quieres casarte con Blake y formar una familia con él?
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