Escuchar el nombre de Blake hizo que a Bianca le doliera el corazón.
Miró a su madre por un momento, pero no se atrevió a decirle que Blake se había quedado inválido.
Madison acababa de despertar y no podía soportar una noticia así.
—Está bien, mamá —respondió Bianca en voz baja tras unos segundos.
Madison se sintió aliviada de que su hija no discutiera. Se recostó y cerró los ojos, ya sintiéndose cansada.
Pronto se quedó dormida, y la habitación quedó en completo silencio. Bianca y Leonel permanecieron sentados, sin decir nada.
Pasado un rato, Leonel se volvió hacia ella y le preguntó con suavidad:
—¿Por qué terminaron ustedes dos?
—Éramos incompatibles, así que decidimos seguir caminos separados —contestó Bianca. No quería decir mucho más; solo pensarlo ya le dolía demasiado.
—¿Te engañó? —insistió Leonel, todavía molesto por la discusión que había tenido con Bianca a causa de Dave.
Bianca se sorprendió por la pregunta y lo reprendió de inmediato:
—Leonel, deja de suponer