El rostro de Dave se mantuvo serio mientras apartaba las manos del teclado y tomaba su teléfono para hacer una llamada.
—¿Quieres conservar tu trabajo o no? —dijo con dureza, apretando el teléfono con fuerza—. ¿Acaso tomaste mis órdenes a la ligera? ¿No escuchaste que la señorita Larson es una invitada del presidente? ¿Cómo te atreves a hacerla correr recados? ¡Es una falta de respeto hacia él! Que esto no vuelva a pasar. Un error más, y estás despedida.
Aunque sus palabras fueron duras, Dave no estaba realmente molesto con Emilee. Solo quería que Skylar lo dejara en paz.
Skylar se quedó paralizada ante la reacción de Dave. Dio un paso al frente para calmarlo.
—Dave, vine por mi cuenta. No culpes a Emilee.
Dave dejó caer el teléfono sobre el escritorio y volvió a trabajar, ignorándola por completo.
Antes de que Skylar pudiera decir algo más, Dave la interrumpió.
—Skylar, el abuelo no organizó todo esto para que andes haciendo recados. Ve a conocer el lugar, haz lo que quieras. Lo