Dave recordó de pronto las palabras de Zane. Su abuelo había intentado hacerle daño a Bianca por culpa de uno de sus artistas. Si llegaba a descubrir que Bianca era su novia, jamás la dejaría en paz.
Si su madre no se hubiera casado con su padre, habría podido tener una vida tranquila. No habría muerto por las luchas de poder de la familia, ni sus cenizas habrían sido destruidas.
Tal vez amar a alguien no se trataba de aferrarse a esa persona… sino de dejarla ir.
Después de todo, Bianca merecía a alguien mejor. ¿Qué derecho tenía él de retenerla?
Dave cerró los ojos con el rostro cargado de dolor. Tras un momento, los abrió, se recompuso y empujó lentamente la puerta.
—Abuelo.
Skylar se secó las lágrimas con rapidez, se levantó y lo recibió con una sonrisa cálida.
—Dave, volviste.
Lucas apenas lo miró antes de apoyar la cabeza en el respaldo de la cama y cerrar los ojos sin decir palabra.
—Abuelo, ya tomé una decisión —dijo Dave, de pie ante el anciano debilitado—. Me haré cargo