Con el respaldo de Rupert de la familia Evans, Stacey sentía que Ashley podía estar tranquila: nadie en Edenfield se atrevería a desafiarla.

Stacey había pasado la noche con Rupert y notó que él parecía bastante satisfecho con ella.

Sabía que debía ser paciente con sus planes.

Si su hija lograba ganarse el favor de Rupert, Stacey estaba convencida de que la empresa de Peter saldría adelante sin problemas. Eso mejoraría también su posición en la familia.

Stacey tranquilizó a Ashley dándole unas palmaditas en la mano mientras le decía:

—Esta es una gran oportunidad. La empresa de Bianca es nueva, y asociarse con una gran marca va a causar mucho revuelo. No hace falta criticarla. Cuanto más alto suba, más dura será la caída si sus resultados no cumplen las expectativas. Eso dañaría su reputación.

Ashley se sorprendió, pero pronto entendió el plan de su madre. Sonrió, le levantó el pulgar y dijo:

—Mamá, esta estrategia es brillante. Eres un genio.

Mientras estaban tramando su plan