Capítulo 2:

Inmediatamente la escondí detrás de mi y lo mire desafiante al inicio. El hombre era imponente, fornido y con cara de pocos amigos. Nos dió una mirada y luego al desastre del auto.

_¿acaso son idiotas?

_no era nuestra intención. fue un pequeño error.

_¡no es pequeño en absoluto!, ustedes no saben a quien pertenece este auto. - dijo el tipo abiertamente enfurecido.

_ya le dije que fue un error, nos haremos responsables. Lo puedo limpiar yo misma si eso es lo que quiere.

_¡ja!, no te atrevas a ponerle tus mugrosas manos, escuincla. Este auto fue encerado hace poco y acaban de arruinarlo.

El hombre seguía gritando como si fuera una reina del drama. a pesar de ser tan grande, a mis ojos parecía patético. solo era una maldita mancha de café, ¿que tan grave podía ser?

A diferencia de mi, Lila si estaba notablemente asustada y temblaba a mis espaldas casi a punto de llorar.

_Lo siento mucho, Mikaela. fue mi culpa, yo no quería.

_Calmate, no pasa nada. ya te dije que me haría cargo.

_Perdón, perdón.

Le froté la cabeza en un gesto tranquilizador.

_jaja de verdad pareces muy calmada, pero no sabes lo malo que es esto.

_esperaré al dueño, y me disculparé personalmente. Por otra parte, Lila, puedes irte. me ocuparé yo sola de esto.

_ ninguna de las dos se va a ir de acá - se interpuso el hombre grandote.

Mi ira paso de cero a mil, ¿ cuál era su problema?, si hacía falta, estaba dispuesta a golpearlo o lanzarle cosas solo para que Lila escapara. cuando estaba a punto gritarle , una voz nos detuvo en seco.

_ Edgar, ¿que está sucediendo? - habló un hombre mayor, con cierta preocupación.

su cara parecía amable y su cabello canoso se iluminaba con el sol. también llevaba un traje, pero este parecía más refinado. A su lado, un hombre notablemente atractivo se paraba aburrido. Era solo un poco más bajo que el hombre calvo, pero más alto que el hombre mayor. su piel bronceada se veía suave y algunos cabellos lisos le caían en su cara. su vestimenta era un poco más informal que el de los otros hombres. interpreté que era un rico viajando con su hijo, asi que me dirigí al más viejo.

_Disculpe señor, la verdad es que cometí un error y derramé café en su auto. asumiré la responsabilidad, pero este idiota - mire con mala cara al calvo - no quiere dejar ir a mi amiga.

Lila me miró sorprendida. Me había adjudicado su error quitándole toda responsabilidad y cuando estaba a punto de replicarme, el viejo habló.

_Esto no es bueno, no es bueno. - el viejo parecía nervioso y miró hacia el lado donde estaba el hombre joven.

_Mi señor... déjeme conseguirle otro transporte.

Así que el jefe era aquel tipo. odiaba estás pretensiones, y que las personas se creyeran más por tener dinero, era molesto. lo miré en esta ocasión dirigiendome a él.

_ entiendo que el error fue mío, pero ¿podríamos solucionar esto ahora? nuestras clases pronto comenzarán.

el viejo me miró con los ojos muy abiertos casi asustado de mis palabras.

_ niña, acaso no sabes ¿quién es este hombre?

_ sinceramente no, y no me interesa. Solo quiero solucionar esto lo más rápido posible.

el viejo se llevó una mano a la cabeza, parecía que se iba a desmayar. Por otro lado, el hombre joven me miraba de arriba hacia abajo. no podía predecir que estaba pensando ya que con su inexpresión era imposible saber, pero aún así escalofríos me recorrieron la espalda.

Lila salió detrás de mi y se interpuso entre nosotros, haciendo un muro protector.

_ Por favor, no le hagan nada a ella. yo fui la que hizo esto. - su cuerpo temblando parecía frágil y se me contrajo el corazón.

_Lila...

_¿como te llamas? pelirroja - preguntó el hombre apuesto

_ eso no es lo importante.

_ ¡solo responde niña!- dijo con fuerza el viejo

_Mikaela.

_ viene con nosotros.

me sorprendí de inmediato.

_ Oiga, yo...

_ ¿y la otra?, mi señor.

_no me interesa. Que se largue.

_ Si. Edgar. limpia el auto ahora. nos vamos.

_ah, si. ¡si señor!

Vi al calvo moverse apurado y solo me pareció más patético aún, incluso siendo tan grande parecía un perrito faldero. Casi se me sale una risita cuando Lila se colgó de mi brazo.

_Mikaela, no estarás pensando de verdad ir con esta gente. -Lila se veía aún más aterrada.

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