Aquella noche Vanessa, se quedó largo rato sumergida en la bañera, con aceites y pétalos de rosas flotando en la tibia agua; aquello la hacía relajarse profundamente.
El olor del incienso inundaba el lugar y generaba un ambiente pastoso y erótico.Mientras sus ojos estaban cerrado, ardientes imágenes llegaban a su mente.
Los besos de Nael... esos labios recorriendola.Las manos de Nael... acariciando su piel.Su olor; fuerte y masculino, inundando sus sentidos. Su corazón latiendo desbocadamente...Su respiración acelerándose...Su cuerpo entero temblando de necesidad...Lo amaba, lo amaba más que a la vida misma. No había nada que deseara más que estar junto a él, que sentirlo; amándola en cuerpo y alma. Cada día que pasaba se sentía más querida. Nael, exponía públicamente sus sentimientos y eso la estaba volviéndola loca de amor. Era una completa lástima que su madre no estu