Atike aceptó la condición de la anciana madre, era absurdo pero lo aceptó, Hunno había rechazado a Yahoa por la misma razón que rechazó a Atike, no quedaba embarazada.
Álvaro parecía un león enjaulado al saber a Atike lejos de él.
— Jordan que cosa más absurda de este tipo, ¿Pedir que mi mujer comparta su casa junto a su ex solo por decir que así sanará su mal, esta gente está loca.
— Cállate Álvaro o perderás la cabeza, y no lo digo literalmente, entonces si dejaras a Atike para Hunno de verdad.
Álvaro miraba a la cabaña donde estaba Atike y Yahoa junto a Hunno.
— No pasará nada, ella estará en su lugar, es solo un protocolo de costumbres, ella y tus hijos son como amuletos de buenas vibras, así lo ven aquí. Es su costumbre.
— Muy estúpidas por cierto.
— Álvaro, ¿con quién dejaste a mis hijas? Jordan cambio totalmente la conversa para distraerlo.
—Asi como visitaste a Arielle Anastasie no dudo que las hayas visto a escondidas.
— No lo hice, ellas te hubieran dicho, solo quería aleja