Julianne estaba en la habitación con la familia, esperaba por su bebé y fue Álvaro y Atike los que entraron a la habitación, saliendo Fabrizzio y Mericci, para dar espacio a la demás visita.
— Mi Julián, tu pequeña bebé es muy linda, es hermosa, ya quiero tener a mi Álvaro en brazos.
— Es la experiencia más hermosa que puedas vivir Atike, tener por primera vez a tu hijo en brazos, ya falta poco para que mi sobrino nazca.
— Estoy muy ansioso y nervioso, por cuánto llegue ese día, será una inolvidable experiencia, y será mi primera vez, la primera vez que esté presente en el nacimiento de uno de mis hijos.
Julianne miró a Álvaro y vio una expresión que no supo descifrar, tristeza, alegría.
— ¿Y jisso?
— No sabía de ella hasta que su madre la dejó en la puerta de mi casa siendo una recién nacida.
Así el momento pasó y la enfermera llegó con Arielle. Julianne sonrió y estiró sus brazos para que se la pasarán.
— Por favor, dámela, les presento a Arielle Anastasie, la razón de mi vida.
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