En la boda.
El sacerdote dio la ceremonia para declararlos unidos como marido y mujer, pasaron a la recepción donde todos compartieron.
— Felicidades, Julianne estás muy hermosa mi hermanita. — Felicitaron sus hermanos.
Julianne sonreía feliz al igual que Sergio. La fiesta continuó con brindis, conversaciones y felicitaciones a los novios.
— Ya quiero secuestrar te mi mujer bonita.
— Y ya quiero que lo hagas.
— ¿Nos escapamos?— propuso Sergio.
— Si, ya no quiero estar aquí quiero viajar y pasear contigo de la mano. Sergio. — Habló casi en susurros a su oído por la música que había en el salón.
Julianne miró fijamente a Sergio, unió sus labios dejando un beso mientras rodeaba su brazos en el cuello de él.
— Te amo. — Le expresó muy cerca de sus labios. Julianne lo miró y sonrió mientras el la tenía abrazada a su cintura, la alzó mientras ella enredaba sus piernas en sus caderas.
— Te amo cada día más mi mujer hermosa, te amo.
— Y yo te amo Sergio.
Unieron sus labios en un profundo bes