CAPÍTULO VI

JUNTAS HASTA LA CIMA

MIRIAM

—Bien creo que ya las entendí un poco, ahora veo a lo que se refería Tom con su forma de tratarse—, dijo mirándonos alternativamente de una a la otra yo estaba que me atiborraba de risa con su expresión al mirarnos, hasta que recibí un codazo de Julia, lo que me hizo bajar la mirada para tragarme la risa contenidoa, y más el aullido de dolor, mientras él se seguía expresando—, lo que importa es lo que realmente desean hacer de ahora en adelante, y para eso estaré yo aquí, para ayudarlas a ser las grandes mujeres que ahí dentro de ustedes.

Se dio la vuelta dejándome confundida lo mismo que a Julia, bueno eso creo yo por qué ella se me quedó viendo con esa expresión de ¿qué es lo que pasa aquí?, igualmente la miraba a ella de la misma forma mientras me sobaba el costado donde ella me había golpeado.

—Vayan ducharse y pónganse más guapas de lo que ya son, las espero en mi despacho en media hora—, gritó desde la escalera con un tono de diversión—, ¡Aahhh! tengan en cuenta que me gusta la puntualidad—, terminó por decir con un tono de amenaza velada.

—¿Entonces Miry?, estás dispuesta aceptar nuestro destino—, me dijo mi mujer hermosa mirándome a los ojos nuevamente—, pero recuerda siempre que a veces no será fácil de llegar, el camino puede ser difícil de encontrar, de entender, o hasta quizás nos podemos perder en él, tanto que tal vez nos toque desviarnos para encontrar la ruta nuevamente—, me decía—, tal vez encontremos grandes escollos en ese camino que nos harán caer al suelo, puede que esos hoyos sean tan profundos que es posible que no podamos salir fácilmente de ellos—.

Ella estaba tan ida expresando su sentir, tan concentrada, que no se dió cuenta que me había quedado mirándola, es la primera vez que la veo expresarse de ese modo, yo estaba tan fascinada viéndola y escuchándola, que pude notar y entender de dónde saca esa fuerza interior para siempre salir adelante, y es por qué ella misma es su motor, su confianza, ella cree en todo lo que piensa y dice.

—¡Para hacerlo!—, dijo con voz más fuerte—, debemos tenernos la una a la otra, eso es lo que nos hará sobresalir en este maldito mundo de m****a, saber que contamos con nosotras mismas, tener presente que tú siempre contarás conmigo, al igual que yo siempre contaré contigo, así que vamos a ver la propuesta de Ángelo y a sacar esas ganas que tenemos de llegar hasta la cima juntas, y lo haremos venciendo cada obstáculo que nos pongan adelante de nosotras, mientras estemos unidas lo lograremos, ¡nada, ni nadie nos vencerá!.

Al concluir con su discurso, se dio la vuelta entró al cuarto de Fabriccio, mientras qué yo solo la observé hasta que cerró la puerta tras ella, a la vez que grababa sus palabras en mi mente y corazón para recordarlas siempre, me había hablado con toda sinceridad, ahora estaba más que nunca decidida a luchar en esta vida qué llevaba, de la cuál no quiero, ni quería seguir, pero qué con sus palabras me dio un nuevo aire para continuar viviendo, no solo eso, sino hacerlo del mejor modo posible.

Ahora tenía un nuevo objetivo que perseguir es llegar a la cima del éxito, alcanzar la gloria, además de cobrar venganza por Julia, por Henry, creo que Ángelo también tiene cosas que ajustar con ese desgraciado, pero lo haré más que todo por mi Papirrico de Antone, por él lucharé una vez más en esta vida de m****a, lo lograré, le ganaré una vez más la batalla a esta vida que no quiere dejarme vivirla, o que me tiene como su alumna preferida que me sigue enseñando como debo seguir viviéndola, así que con ese nuevo pensamiento, con esa nueva fuerza renovada, entré nuevamente a mi cuarto a ponerme guapa como había ordenado papá Ángelo.

Cuando nos encontramos en el despacho de papá Ángelo, él hablaba con alguien por celular, pero no tenía la mejor de las expresiones, el medio humor que le vimos hace rato ya no lo tenía, será algún negocio que le salió mal me pregunté mirando a mi mujer hermosa, ella hizo un gesto con sus hombros que me dio a entender que piensa lo mismo que yo, estábamos en una incógnita por saber quién o qué lo había puesto de mal humor, estaba sumergida en este pensamiento cuando lo escuché resoplar.

—Papá ya te he dicho que Alexander no es mi responsabilidad sino tuya y de nadie más—, le decía papá al que le hablaba?, si era así por qué lo trataba de esa forma, este hombre es un total misterio me dije—, no, no lo quiero acá papá sabes cómo es él, sabes que no tengo tiempo para andar tras él, para aguantar sus niñerías, mucho menos para estar pendiente que no se vaya a meter en lío ya sabes a lo que me refiero, aparte que tengo mis planes, mis objetivos, pronto me marcharé a Escocia para terminar lo que empecé sabes que tengo unos pendientes en ese país—, seguía diciendo molesto, se quedó callado unos cuantos segundos, como escuchando lo que le decían del otro lado entre más escuchaba más fruncía su entrecejo.

No me canso de mirarlo de verdad que es muy guapo, si no tuviera en mi mente a mi Papirrico todo el tiempo, con todo gusto probaría esos labios gruesos y hermosos que tiene, di un gran suspiro que hizo voltear a Julia, y de pasó a él, creo que mi cara se puso como un tomate, así lo sentí porque me ardía, pero más fue por todo el calor que me había undado por causa de mis más pervertidos pensamientos que se me habían subido a la mente.

—Miry controla esa mente pervertida que tienes—, me dijo mi mujer hermosa dándome un codazo en el mismo costado otra vez, ““sí sigue haciendo eso me va a salir rompiendo una costilla”, me dije—, no solo te romperé una costilla, sino que de un buen totazo en la cabeza te corregiré esa mente calenturienta que cargas—, qué acaso lo dije en voz alta?..Dios!! que me pasa—, por lo que veo te hace falta un buen ajuste de tornillos o más bien una buena cogida—, me dijo ella haciendo el gesto con la cejas, que carajo se estaba burlando a mis expensas, pero ya me las cobraré ella sabe que no me quedaré con ésta ,ella lo sabe bien.

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