Avergonzada, intentando esconderse por detrás de Abraham, escucha como Robert más emocionado que nunca dice a través del micro:
—Señorita Lesley, ¿puede subir al escenario por favor?
—No me dejes sola, no me dejes sola... Por favor sube conmigo —suplica a Abraham, quién la ha sujetado hace un instante por la cin