Isabella se sorprendiĂł al escuchar lo que habĂa sucedido en su ausencia, una sonrisa asomo en sus labios.—Al menos esa desgraciada esta muerta, ya era hora, me alegra saber que ya no respira, es una lástima que no haya podido asesinarla, yo misma, lo habrĂa disfrutado. —Pero debe de ser cuidadosa, Arnold sigue libre, todas las mañanas le envĂa rosas y no precisamente para alegrarla, sus notas son realmente espantosas. Una sonrisa triste se formĂł en los labios de la mujer, Arnold podĂa odiarla todo lo que quisiera. —Ese imbĂ©cil, despuĂ©s de todo lo que hice por Ă©l, me apuñalĂł por la espalda, jamás lo vi venir, “crĂa cuervos y te sacaran los ojos” —Bueno, no todos los hijos son perfectos, mi señora, siempre hay una oveja negra en la familia. Jimmy tenĂa razĂłn, Arnold era la oveja negra de la familia, ese imbĂ©cil no merecĂa nada, al menos su esposo no estaba allĂ para ver lo que sucedĂa. —Tengo que salir de aquĂ, debo encargarme de algunas cosas, odio los malditos hospitales, hay m
Gianna regreso a la mansiĂłn acompañada del guardaespaldas de su esposo.Se sentĂł en el sofá, pensativa, al menos la señora Isabella se encontraba bien de salud, su carácter no habĂa cambiado en nada, seguĂa siendo la misma vieja amargada. DecĂan que cuando uno está cerca de la muerte tiende a cambiar radicalmente, pero eso no aplicaba para esa mujer de corazĂłn de piedra. SeguĂa igual de odiosa y repugnante, pero eso era lo de menos, se alegra de que se recuperará.Observo a Nolan ingresar por la puerta, acompañada de Lupita, el pequeño corriĂł en su direcciĂłn y la abrazo con fuerza. —Mamá mira lo que me regalo el señor Dexter, es un hombre bueno. El pequeño le mostrĂł un dron, además de un celular que se veĂa demasiado costoso, Âżpor quĂ© Dexter actuaba de esa manera tan extraña?Se preguntĂł a ella misma sin obtener una respuesta, era mejor no pensar demasiado las cosas. Esa tarde Salma llego a la mansiĂłn, extrañaba mucho a su amiga y querĂa asegurarse de que todo estuviera bien. Am
Dexter estaba en una floristerĂa, recordaba la enorme sonrisa de su esposa al ver aquellas rosas.Se acercĂł al lugar y observo la enorme cantidad de rosas que habĂa en el sitio, una sonrisa asomo en sus labios, se la imaginaba emocionada recibiendo ese ramo. —¿Puedo saber que estás planeando? —Pregunto HĂ©ctor con curiosidad. —Le gustan las rosas, Âżlo sabĂas? HĂ©ctor se quedĂł mirando a su jefe, acaso estaba hablando de comprarle rosas a su amada esposa. Eso era algo que nunca la habĂa visto hacer, era realmente sorprendente. —DeberĂas de comprarle todas las flores de la tienda —sugiriĂł el joven en forma de broma. Dexter se quedĂł pensativo, su amigo tenĂa razĂłn, no sabĂa cuál eran sus preferidas, asĂ que comprarĂa todo. —¿Señor, cuáles rosas desea adquirir? Tenemos variedad de colores, puede observarlas. El hombre estaba mostrándole a Dexter todas las variedades de flores del local, querĂa complacer al CEO de la ciudad, estaban acostumbrados a atender a personas adineradas. —¡La
Yesenia atendiĂł la puerta, observo una gran cantidad de personas en la entrada de la mansiĂłn, cargaban hermosos ramos de flores, sus ojos se iluminaron de solo ver el espectáculo que se formaba en el exterior.—Buenas, se encuentra la señora Gianna Leroux. Yesenia estaba con la boca abierta, eran demasiadas flores, eso no podĂa ser obra de Arnold, solo habĂa una persona capaz de pagar una gran suma de dinero por algo como eso. —¡Gianna, Gianna! —ExclamĂł desde la planta baja. RubĂ©n se asomĂł al escuchar los gritos de la joven, observo a varios hombres sosteniendo ramos de rosas en sus manos. Una sonrisa se formĂł en sus labios, despuĂ©s de todo su jefe se habĂa enamorado de Gianna.Esa chica se habĂa ganado el corazĂłn de su jefe, para Ă©l no era una sorpresa, creĂa que eran el uno para el otro. La joven bajĂł las escaleras rápidamente, Nolan la acompañaba, se acercĂł rápidamente a su amiga. Observo a varias personas en el exterior, se llevĂł las manos a la boca al observar la gran canti
Gianna estaba sentada en la oficina de su esposo, no sabĂa por quĂ© motivo la habĂa citado. SentĂa algo de curiosidad en ese momento, habĂan pasado unos dĂas sin hablarse, era mejor mantener una distancia prudente. Su suegra seguĂa insistiendo con lo del divorcio, era un tema que debĂa de tratar con Dexter, no tenĂa nada que ver con Isabella. Su telĂ©fono empezĂł a timbrar, miro la pantalla, se trataba de su suegra, esa mujer no se cansaba de molestarla.No querĂa tener que discutir con ella, corto la llamada, pero ella volviĂł a insistir, despuĂ©s de unos segundos de duda decidiĂł responder. —¿QuĂ© sucede Isabella? En este momento me encuentro muy ocupada. —Te darĂ© todo el dinero que desees si en este momento firmas el divorcio y te largas de nuestras vidas, piĂ©nsalo bien, es un buen trato para ti, en este momento no cuentas con nada. —No puedo, mi vida corre peligro, olvĂdalo, no pienso poner la vida de Nolan en riesgo, solo por un capricho, cuando Arnold este tras las rejas, me irĂ©,
Salma se quedĂł con la boca abierta al escuchar las palabras de su amiga, entonces Dexter y Nolan eran hermanos. El pequeño era millonario, Gianna no tenĂa necesidad de trabajar, tenĂa la vida resuelta, incluso Dexter la apoyaba. —DeberĂas estar muy feliz, podrás cuidarlo sin tener que trabajar, tendrĂas más tiempo para Ă©l. —Crees que la señora Isabella me dejara vivir tranquila si acepto la propuesta de Dexter, eso jamás. Salma entendĂa el punto de vista de su amiga, ella no estaba pensando de manera egoĂsta, no pensaba en su felicidad.—Mira Gianna, por un pinchĂ© segundo, piensa en ti misma carajo, amas a Dexter, a mĂ no me vas a mentir, soy tu amiga, Âża quĂ© le tienes miedo? ÂżPor quĂ© tratas de escapar de la felicidad? La vida es tan corta, no somos eternos mi vida. Gianna sabĂa que la Ăşnica persona a la cual no le podĂa ocultar la verdad era a su amiga. —Tengo miedo sĂ, lo acepto, tengo miedo a ser feliz y que luego me arranquen esa felicidad de un solo golpe, no soportarĂa otr
Isabella estaba sentada en su oficina, habĂa pasado un par de dĂas desde que habĂa despertado, se sentĂa mucho mejor. Todo estaba volviendo a la normalidad, pero habĂa un par de cosas que ella debĂa de tratar con Gianna, al mal tiempo era mejor darle prisa. —Señora, el abogado le envĂa este documento —hablo Jimmy entregándole un sobre. Una sonrisa asomĂł en los labios de la mujer, bueno debĂa de cumplir con sus planes, deshacerse de Gianna y conseguirle una buena esposa a su hijo. Escucho pasos en el exterior de la oficina, la puerta fue abierta, observo a la hermosa joven ingresar por la puerta, llevaba un vestido en color blanco, se veĂa como la candidata perfecta. Presentarle a Oriana no habĂa funcionado, quizás la joven frente a ella lograba atraer la atenciĂłn de su hijo. —Dayana es bueno verte, te ves realmente hermosa, me gustarĂa que conocieras a mi hijo, es un hombre guapo. —Señora Leroux, escuche que Dexter estaba casado. La mujer le mostrĂł una sonrisa, ese matrimonio
Salma estaba algo cansada, trabajar con niños en algunas ocasiones era complicado, pero amaba su trabajo. Tomo su bolso y saliĂł caminando lentamente por los pasillos, habĂa leĂdo las noticias sobre su amiga. En las fotos ambos se veĂan tan lindos y enamorados, Gianna merecĂa lo que le estaba sucediendo, solo esperaba que Dexter apreciará el amor de su amiga, Gianna era una en un millĂłn. SaliĂł del lugar y observo a Eliezer en la puerta esperándola, negĂł con la cabeza, no tenĂa nada de que hablar con Ă©l, gracias, Catrina, se habĂa cuestionado si en algĂşn momento serĂa realmente feliz al lado de su ex. —Será mejor que me dejes tranquila. —Salma, en realidad lo lamento, te extraño mucho, harĂ© lo que me pidas. Eso parecĂa una buena idea, durante todo su noviazgo ella siempre soportĂł los comentarios mal intencionados de su cuñada. —Entonces dile a tu hermana que no se meta en nuestra relaciĂłn, que se guarde todos sus malditos comentarios sobre mĂ y Gianna cuando este presente. Eliez