Regresando de nuestras vacaciones, Jhin se tornó un poco distante conmigo, a pesar de nuestros encuentros diarios en la empresa, el muy poco hablaba conmigo, empecé a pensar que el idilio que habíamos tenido durante nuestras vacaciones se había desvanecido, o simplemente se le había acabado el encanto.

Realmente Jhin me confundía, el no conocer completamente sus facetas me tenían al borde de la locura, realmente el me gustaba más de lo que podría imaginar y ya llevábamos bastante tiempo dándole vueltas al asunto, aunque teníamos un acuerdo de que nuestra relación fuera discreta, me gustaría formalizar algo más serio con él, sé que está en juego sus empresas , su patrimonio, su herencia, pero debería definir que quiere realmente conmigo, no puedo negar que me trata muy bien y me hace sentir deseada y especialmente querida, pero después del viaje no sé qué pensar.

Entro a su oficina y lo veo con la mirada fija en el computador

-Jhin podemos hablar? pregunto

-Ahora estoy ocupado con algo