C160 - LA LLEGADA
La mansión de los O’Reilly se alzaba majestuosa, una mezcla perfecta de lujo y calidez. Las paredes de piedra gris estaban cubiertas por enredaderas que trepaban con elegancia, y los jardines se extendían en un horizonte que parecía no tener fin.
Clara sujetaba con fuerza a su hijo, sintiéndose diminuta en medio de tanta opulencia. A su lado, Kieran caminaba con la soltura de quien estaba en casa y le dedicó una sonrisa fácil.
—Bienvenida a casa. Espero que te sientas cómoda aquí.
Ella le lanzó una mirada fría, aunque por dentro los nervios le revolvían el estómago.
—Espero no quedarme mucho tiempo.
Kieran soltó un suspiro, divertido, pero no dijo nada más. Abrió la puerta y dejó que entraran. Jared, emocionado, salió disparado hacia el interior, explorando la casa como el niño curioso que era. Clara, en contraste, avanzó con cautela, observando cada rincón con una mezcla de inquietud y curiosidad.
Apenas dio unos pasos cuando lo vio.
Un hombre estaba al otro lado de