Antes de tener una idea o tener la certeza que tanto el cielo como el infierno existen, yo no sabía nada de eso; simplemente, me dedicaba a mi presente y todo lo que eso conlleva.
Después de varias investigaciones y de escuchar los relatos de los fantasmas; logró que yo tuviese dudas y tener muchas preguntas acerca de que, ¿es Dios realmente bueno?, ¿por qué creó el infierno? ¿Para qué creó a el Diablo, a Satanás y a Lucifer si iba hacer que ellos hagan la parte sucia como es hacer dudar de nuestra fe para que recurramos desesperadamente a Dios? ¿Por qué Dios hace todo eso? ¿Cuál es la verdadera relación de Dios y el Diablo?
Si Dios fuese realmente bueno, entonces, ¿por qué permite que los curas violen a los niños? ¿Dios no le gusta ser idolatrado? Pero, la pregunta y la duda más importante que tengo es ¿quién es realmente Dios?
Éstas son una cuarta parte de las mil preguntas que me hago después de investigar y de escuchar los relatos de los fantasmas.
Después de hablar con mis amigos, me di cuenta de que, el cielo y el infierno si existen y que no debemos de negar más la existencia de Satanás porque, él tendría más fuerza y más poder, al ver que nosotros lo negamos.
Además, debo de agradecer a los fantasmas, porque sé que ellos existen y también, me han dado motivos y razones que me han hecho darme cuenta de que, el infierno, Satanás y todo lo que salga del infierno, sí existen.
Cada uno de los fantasmas, tienen sus propias historias por contar y los motivos que los llevaron a estar en el infierno; pero, sus historias, no son sanguinarias.
Sus historias, son escalofriantes que, han hecho que se me congele todo por dentro y ese terror, nunca lo había sentido.
Las primeras historias, hablan de cómo inició todo este terror y como una vez que se abrió las puertas del infierno, ya nada podrá cerrarlas.
Y una vez abierta la puerta del infierno, saldrán de él, todo el mal que no conocemos y con ellos, sus maldiciones y todos los trucos que ellos conocen para arrastrarnos al infierno.