Aún estoy pensando en si volver o simplemente decir que estoy un poco enferma e ir a la cama. No he decidido el momento para contarles que espero un hijo de Alexander.
—Debería ir a recostarme— le digo al sexy hombre que tengo detrás.
—¿Te sientes mal?, ¿quieres que llame a un doctor?— niego
—El viaje me ha dejado cansada— miento pero parece convencerle
—Ven aquí— me toma en sus brazos y sube rápidamente las escaleras. Da un beso en mi frente y después a mi barriga.
—Los amo— sus palabras me aceleran el corazón. Comienza a sacarse el suéter