Capítulo 16 ¡No le hagas daño, por favor!
Eva no podía estar tranquila, caminaba de un lado a otro con nerviosismo, creía que si seguía caminando un poco más a ese ritmo le haría un hueco al piso. Si su padre y Dorian pensaban que iba a quedarse esperando de brazos cruzados en la acribillada suite del hotel, o eran arrogantes o estaban locos. No podía simplemente sentarse y quedarse quieta. Lo único que tenía en mente era la posibilidad de que Dorian estuviera dirigiéndose hacia una trampa y que le tendieran una Emboscada. Si un hombre como Luninch había asesinado al hermano de Dorian, ¿Quién decía que no podía matarlo a él de un disparo? Necesitaba a alguien que lo respaldara. Tenía que ser alguien que Luninch nunca se esperara. Como ella, Eva. Miró fijamente la mesilla de noche. Su padre había pedido somníferos y una ag