Capítulo 26
“Cuando enciendes una vela, también proyectas una sombra”.

Úrsula K. Le Guin

3 semanas después

Sandra, no se inmuta, me mira directo a los ojos y es escalofriante cuando eso sucede porque es como verme reflejada en un espejo. La diferencia es que ella no se la pasó de cama en cama con un chico diferente cuando tenía oportunidad.

—No lo somos —respondo sin bajar la guardia y fingiendo no sentir nada.

—¡Llevan más de un mes viviendo juntos!

—Él no vive en mi casa, solo duerme… a veces —respondo picara levantando las cejas de forma sugerente.

Rueda los ojos

—Eso deberías aclarárselo, porque sus celos lo mataran un día de estos —responde burlona—, o dejará sin dentadura a tu compañerito de trabajo.

—No sé de qué hablas, él y yo quedamos en un acuerdo cuando todo esto comenzó.

—¿Y ya se lo recordaste…?

—¿Cuál es tu preocupación en todo esto, demonio?

—¡No juegues con Dante! —me advierte, y me da escalofríos su frialdad— Él es como un hermano para mí, y quiero que seas sincera contigo misma.
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App