He pasado una noche muy distinta a la que pensaba, Escorpión y yo hemos estado en una sola habitación platicando de cosas sin sentido, acostados sobre la cama y con sus manos abrazando mi cintura, no puedo pensar en un lugar mejor.
—Ya ha amanecido y no hemos dormido nada, tal vez estén preocupados por nosotros— digo mientras noto los primeros rayos de luz iluminar la habitación.
—¿Crees que se han despertado a ésta hora después de tener una fiesta toda la noche? Seguramente se encerrarán en una habitación sin luz hasta que llegue Daian a regañarlos y obligarlos a limpiar todo— él planta un beso suave en mi cien y envuelve sus brazos con más presión sobre mí, como aferrándose a la idea de quedarnos aquí por más tiempo, sin saber nada de nadie.
—Aun así, tenemos que irnos, el vuelo sale en la noche y no he empacad