Al día siguiente, después de clases, Zared, en su papel de padre, hizo que el personal de seguridad llamara a Estrella para que saliera.
Estrella, era una figura muy conocida en la preparatoria NS, y el personal de seguridad fue amable al permitirle hablar con su padre antes de que saliera.
Zared y Hada tenían una razón específica para buscarla, y Estrella, aunque no estaba contenta, comprendía la situación y no culpaba al personal de seguridad.
Cuando llegó a la puerta, miró fríamente a Zared y Hada y preguntó: —¿Qué desean de mí?
Zared inicialmente tenía la intención de hablar con Estrella, pero su actitud inmediata lo enfureció. Sintió que no tenía autoridad frente a Estrella, especialmente porque ella contaba con el respaldo de la familia Burgos.
Con el ceño fruncido, le respondió: —¿Es así como tratas a tu padre? ¿Crees que por tener el respaldo de la familia Burgos ya no necesitas reconocerme como tal?
Estrella, impaciente, respondió: —Si estás aquí para darme un sermón, no es ne