Cuando terminó, Estrella se dio cuenta de que era un poco más tarde de lo que esperaba. Se quitó la bata y se apresuró a llevar a Rosalía de vuelta a la cafetería donde había estado. Nada más entrar, Estrella vio a los guardaespaldas esperando ansiosos en sus puestos. Los guardaespaldas acababan de entrar a buscarlas. Cuando vieron a Estrella, le preguntaron.
—Jovencita, ¿dónde has estado? El señorito ha venido a buscarles.
Estrella no esperaba que Claus volviera y su corazón se estremeció. No esperaba que Claus volviera hoy tan temprano. No contestó inmediatamente mientras pensaba qué decirles. Resultaba que al volver a la vieja residencia, Claus no vio a Rosalía ni a Estrella. Por las palabras del mayordomo, se enteró de que Estrella había llevado a Rosalía a salir. Temiendo que hubieran tenido un accidente, fue a buscarlas. No le preocupaba que Estrella le hiciera daño a Rosalía, sabía que Estrella nunca haría algo así. Le preocupaba más que el Segundo Tío abuelo y el Tercer Tío ab