Estrella se encontraba postrada en la mesa, escuchando claramente la conversación de ellos.
No esperaba que estas dos personas fueran tan maliciosas.
Increíblemente, estaban dispuestas a recurrir a métodos tan viles, sin la menor humanidad.
Ella no podía esperar a que ese hombre delgado y alto realmente pusiera sus sucias manos sobre ella.
Estaba a punto de despertar y asustar a esas dos.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de abrir los ojos, se escuchó en ese instante un sonido desde afuera.
La puerta del reservado fue abierta por alguien.
Javier y su gente irrumpieron de inmediato.
Javier se acercó rápidamente a Estrella, preguntando con gran preocupación: —Señora, despierte, ¿está bien?
Mientras hablaba, sacudía suavemente los hombros de Estrella, tratando de lograr despertarla.
Los hombres enviados por Claus atraparon al hombre delgado y alto, golpeándolo sin piedad.
Catalina y Raquel no esperaban que ocurriera este tipo de incidente, así que quedaron atónitas.
Sin