ELISE.
Entro a la habitación y la recorro con la mirada hasta encontrar a Hillary, ella está frente al espejo poniéndose labial y sus ojos chocan con los míos. Ambas nos quedamos en silencio viéndonos, sin movernos, ella baja la mirada y me pide que pase, lo hago.
Tomo asiento donde me pide y ella lo hace frente a mí, los minutos pasan y solo nos miramos, miramos alrededor y esperamos que la otra hable, pero ninguna lo hace.
Momento incómodo.
— Gracias por venir Elise —susurra sin mirarme
—De nada — respondo — ¿De qué querías hablar? — indago cansándome de que no me diga la razón por la cual me llamó
—No me casaré —
Esa no me lo esperaba.
—¿Qué dijiste? — indago para ver si escuché bien
—No voy a casarme — repite y mi boca se abre en sorpresa
—¿Porqué? —indago aun sorprendida
—Anoche... Lo descubrí con otra mujer — a pesar de que el karma hizo lo suyo, no puedo sentir tristeza por mi hermana, e ira contra la cucaracha de Giacomo
— Maldito — tomo sus manos —¿Qué hiciste? — cuestiono
—É