-Duermes muy cómodo- dijo con voz seductora, la mujer desde una esquina de la habitación; había muy poca luz así que decidí concentrarme para ver quien era, cuando divise su silueta me aproxime a ella con una sonrisa en el rostro.
-!Eva¡-dije alegre, ella camino hacia mi con los brazos abiertos y me recibió con un abrazo, hundió su rostro en mi cuello causando que me tensara; y de un segundo a otro su exquisita escancia se esparcía por toda mi habitación correspondí su abrazo; la levante un poco y ella puso su piernas a rededor de mi cadera, se separo un poco de mi cuello. -No podía dejar de pensar en ti – dijo -Yo tampoco- respondí - Tu olor es delicioso- susurro mordiendo su labio; solo esa pequeña acción provocó que la erección tuve que bajar con agua fría volviera en segundo, la bese y ella correspondió mi beso me moría de ansias por hacerla mía. *!Acuéstala en la cama hazla nuestra¡, !Marcala¡* gruñ