—Silvia, ya no hables más de la tesis, ahora es momento de divertirse —dijo Sofía con un tono calmado.

Silvia asintió con la cabeza, levantó su copa de vino y brindó con ella.

La fiesta terminó a las doce de la noche y regresaron juntos al hotel.

El ascensor llegó al piso de la habitación de Silvia. Cuando ella salió del ascensor, Eric la detuvo.

—Silvia.

Ella se volteó con curiosidad.

—¿Qué pasa, Eric?

—Nos vemos mañana —le dijo sonriendo.

Silvia no entendía por qué, pero aun así asintió con la cabeza.

Sofía apretó los puños y su rostro se puso aún más pálido.

Un momento después, Eric también se bajó del ascensor, pero Sofía seguía adentro.

Las personas detrás de ella comenzaron a murmurar de nuevo.

—¿Eric realmente está enamorado de Silvia, verdad?

—Debe ser así. Silvia es bastante guapa, y escuché que varios evaluadores se pelearon por elogiar su tesis.

—¿Tan exagerado?

......

El día de la defensa, Silvia y Sofía llegaron temprano al auditorio San Noc.

Las defensas se realizaban por