Cenamos los tres: Sandra, Jaime, y yo, sin mucho apetito. Hemos preparado la cena sin entusiasmo con cuatro cosas, que había en la nevera: cuatro lonchas de jamón y pan con tomate.Jaime engulle deprisa, Sandra está bastante callada, y yo, dejo que la comida me crezca en el plato. Al final, cuando nos disponemos a recoger y llevar los platos a la cocina, acabo tirando lo que me ha sobrado, que es bastante, a Ghato, porque lo quiero compensar después de lo que ha sufrido por mi culpa. A Ghato nunca le ha costado tragar, y esta vez no hace una excepción. No tiene este nudo que tengo yo, tan apretado, que no me deja ni respirar. Un nudo de recuerdos que me anuda mi existencia. Cuando la cocina ya está limpia, vemos la televisión en el sofá, pero yo sólo tengo ganas de irme a dormir. No sé si podré, pero necesito desconectar de mi mundo hundido. Me despido de los dos, y entro en lo que será mi cuarto a partir de ahora. El sofá cama que hay en el estudio es donde dormiré en los próximos
Ler mais