—¿Estás bien? —La extrañeza en la voz de Brown hizo que el corazón de Kylie se saltara un latido. Su pregunta salió suave, como un pequeño temblor de alivio —nada que ver con el tono que había tenido en la salida de emergencia.—Sí. Es todo por su culpa —bajó la cabeza cortésmente, el gesto automático.—¡Oh no, ¿qué estoy haciendo?! —pensó.Una ligera sonrisa curvó los labios del asistente Brown ante su reacción, y Kylie se estremeció por dentro. Su subconsciente volvió a actuar por costumbre; sacudió la cabeza para recomponerse, pero tartamudeó y quedó petrificada cuando su mano buscó un mechón de cabello que ella acababa de soltarse para despistar al guardia de la salida de emergencia.—Ah, solo me estaba peinando un poco porque venía del trabajo —balbuceó.—¡No, Kylie, no así! —se regañó mentalmente.¡Zas!Kylie apartó la mano de Brown de su cabello con una sonrisa satisfecha —y se congeló al ver su rostro, como si él no pudiera creer lo que había hecho. Casi se disculpó por haberl

Área de Estacionamiento VVIPEn el horizonte occidental, el cielo se oscurecía, señal de que el tiempo estaba a punto de cambiar. Los reporteros seguían agolpados frente al hospital, esperando a otros invitados importantes. Muchos ejecutivos y colegas del Grupo Alexander continuaban llegando, mostrando su felicidad. Los arreglos florales de felicitación ya no podían contenerse.Mientras tanto, Kylie había logrado inventar excusas para escabullirse de Reegan. Estaba confundida sobre cómo explicarse, así que jugaba al escondite con su superior, inventando razones para ir hacia atrás y otras excusas similares. Ahora esperaba nerviosa junto al coche de Brown, moviendo los pies de un lado a otro por la inquietud.‘No me va a empujar contra el coche, ¿verdad? Peor aún, podría ser despedida después de esto.’‘¿Qué debo decir?’Paseaba de un lado a otro, su mente llena de planes de respaldo desesperados—arrodillarse y suplicar, tal vez.No pasó mucho tiempo antes de que apareciera a quien esp

La sala VVIP donde se hospedaba Livia había sido limpiada a fondo. Dos criadas acababan de salir después de ordenar cada rincón, colocando cuidadosamente ropa y suministros frescos. El espacio se había transformado en un dormitorio acogedor, con una gran cama lo suficientemente amplia para dos.Una enfermera colocó con delicadeza a la pequeña princesa en la cuna, inclinando la cabeza cuando Damian movió la mano. Sin decir palabra, salió silenciosamente.“Mira su cabello… parece idéntica a ti.” Los ojos de Damian brillaron mientras tocaba la cabecita de su hija dormida. Tras su baño y su leche, se había quedado dormida de nuevo, tranquila como solo un bebé puede estar.“Livia, es tu pequeño reflejo,” murmuró, acariciando la suave y regordeta mejilla de la bebé. El rubor cálido en su rostro hizo que su corazón se llenara de ternura. La mirada de Damian no dejaba de moverse entre su esposa y su hija, y sus labios se curvaron en una sonrisa de felicidad.“Nuestra Davina es tan hermosa,” s

Estación de TV X – Sala de noticias—¡Kylie, esto es una locura! Mi tía que vino de fuera recibió un regalo de Alexander Group. Mi primo nació el mismo día que el bebé del señor Alexander. Mi primo es niño. Espera… ¿el bebé del señor Alexander era niño o niña? —Sacudía el brazo de Kylie con emoción. Ni siquiera era su bebé, ni ella recibía el regalo, ¡pero estaba eufórica!‘Está actuando como una princesa,’ pensó Kylie, rodando los ojos.—¡Incluso le dieron una cuenta de ahorro educativa! Mi tía dice que su hijo algún día estará al lado del heredero de Alexander Group, para ayudar a construir la compañía y este país.‘Sí, sí. Bien por tu tía. Sigue.’—¡Qué envidia! Yo también quiero trabajar en Alexander Group. Las madres embarazadas y lactantes tienen licencia de maternidad larguísima. Ninguna otra empresa ofrece eso.‘Claro que lo dices, recién casada.’Kylie solo asintió mientras su colega seguía desbordando entusiasmo por el nacimiento del heredero de Alexander Group. Curioso cómo

Kylie grabó la declaración del asistente Brown, presenciada por Brian, el dueño del restaurante. Brown había prometido que, una vez que Kylie aceptara este trabajo, finalmente le daría una respuesta clara sobre cuál era realmente su relación.Brian no pudo ocultar su sonrisa escéptica mientras observaba toda la escena desarrollarse. Brown, quien siempre había sido lógico, calculador e inquebrantable frente al señor Alexander, ahora actuaba como un niño jugando a tirar de la cuerda con alguien que le gustaba.Armada con la grabación, Kylie recogió sus cosas y se dirigió directamente al aeropuerto, con el corazón latiéndole con fuerza. Incluso llevó su pasaporte, como si fuera a viajar al extranjero. Su equipo profesional de cámara colgaba de su bolso de hombro, mientras que su mochila en la espalda contenía solo dos cambios de ropa.Llevaba una camiseta sencilla y jeans, con el cabello liso recogido en un moño alto, aunque ya empezaba a ondularse un poco. Esa mañana, mientras se peinab