Capítulo 52|| Punto de vista de DANTE ||«Y... ¿cómo te llamas, chica?»,le pregunté con una mirada severa. El mundo no podía ser tan pequeño, ¿verdad? No era ningún secreto para mí que mi madre se había casado con un miembro de la mafia rusa, la familia De Santis, uno de nuestros eternos rivales. No luchábamos codo con codo, pero siempre mantuvimos una guerra fría. Ellos no interferían en nuestros asuntos y yo tampoco.La chica susurró, mirando hacia sus pies:«Valeria... Valeria De Santis...».Bellona se colocó a mi lado, abriendo los ojos con incredulidad. Exclamó, dando un paso adelante:«¿De Santis? ¿Quieres decir que... Eres de la familia rusa, lo que significa...».No se atrevió a terminar la frase y me lanzó una mirada de incredulidad, con los labios entreabiertos. Respondí entre dientes, odiando nuestro destino:«Lo has adivinado, pequeña tigresa. Es mi media hermana, la hija del Pakhan».Mis hombres se alertaron al instante, levantaron sus armas y apuntaron a Valeria. El ro

Capítulo 54|| PUNTO DE VISTA DE BELLONA ||«¡SÉNTATE!».El Sr. Vitale apareció con profesionalidad, sus hombres rodeaban el lugar. Solo esperaba que Dante no estuviera rastreando mi ubicación. Algo dentro de mí cambió después de pasar la noche en el hospital. Quizás empecé a actuar como su verdadera esposa.La voz de Leo me sacó de mi ensimismamiento, aclarando su garganta a modo de recordatorio. Me sobresalté y me senté en la silla. Mi corazón estaba cargado de culpa. No debería haber aceptado este trato sin consultarlo con Dante. Independientemente de nuestra historia, él me había salvado la vida. La banda de los Piratas Negros era mi prioridad. Todos ellos dependían de mí para sobrevivir.Me senté distraídamente y el Sr. Vitale habló con una sonrisa, señalando los papeles:«Es un día bendito para nosotros. Nuestros grupos van a cooperar por primera vez. Sin duda, es un gran paso para nosotros. ¿No crees?».Esbocé una sonrisa forzada, con la mente dividida entre el trato y Dante. ¿

Capítulo 56|| Punto de vista de DANTE ||Me encantaba tenerla de rodillas. Eso demostraba el control que tenía sobre mí.No era como esas personas a las que no les gustaba que su mujer tuviera el poder. Me encantaba ver su lado dominante. Me hacía sentir jodidamente orgulloso que fuera mía para follar.Ella estaba celosa, enfadada y, lo más importante, insegura por perderme. Pero Dios sabía que solo tenía ojos para ella. Odiaba verme con Kayla. Su hermana era una sanguijuela.Bellona movía la cabeza de arriba abajo. Yo gemía, sin importarme las filas de guardias que estaban fuera de mi puerta. Mis manos agarraban el borde de la silla mientras mi polla se engrosaba en su bonita boca. Tenía el pelo revuelto por mi agarre y sus pechos rebotaban arriba y abajo. Mis ojos observaban con avidez sus hermosas curvas, sus pezones endureciéndose. Con cada lametón, se endurecían, muy evidentes bajo su vestido.Un rugido sordo resonó en la habitación cerrada. Me corrí y ella se lo bebió todo. Sus

Capítulo 58|| Punto de vista de VALERIA ||Lo miré fijamente a los ojos, y su mirada penetrante me mantuvo en mi sitio. Cuando hablamos del castigo, me bebí el whisky de un trago.Antes de que pudiera reaccionar, Sergio me levantó sobre sus hombros sin esfuerzo. Solté un grito agudo, pero al mismo tiempo me sorprendió sentir su fuerza. Casi me levantó como si fuera aire. Seguí gritando, avergonzada de ver a sus miembros riéndose:«¡Que te jodan, Sergio! ¡Déjame en el suelo! Se lo diré a mi cuñada».Sergio respondió con una burla, caminando de vuelta hacia la salida:«Adelante. No sigo a tu cuñada».Le reprendí con una sonrisa burlona, colgando de su hombro:«Pero mi hermano sí le sigue».Maldijo entre dientes, pero no me bajó. Me puse inquieta y empecé a golpearle la espalda con los talones:«¡Bájame! ¡Que te jodan, Sergio! ¡Bájame!».Para mi sorpresa, me dio una palmada en las nalgas, que se me pusieron rojas de vergüenza. Me quedé tan atónita por su acción que me quedé sin palabras

Capítulo 60|| Punto de vista de Bellona ||La lluvia seguía golpeando mi cuerpo. Ignoré la lluvia mientras caminaba hacia la lápida. Huí con el coche tras la humillación en casa del abuelo. El dolor era demasiado para mí y necesitaba estar sola.¡Nada me tranquilizaba el corazón excepto la tumba de Viktor!Me eché a llorar, tambaleándome frente a ella. Mi vestido estaba mojado y desaliñado después de empaparse demasiado con la lluvia. Lloraba con fuerza, el sonido de la lluvia bloqueaba el ruido para que no se fuera.«Lo siento... Lo intenté... Lo intenté... Pero ahora estoy cansada. No quería ser estéril, Viktor».El viento soplaba a través de mi cuerpo. No tenía nada de qué quejarme. Si Dante quería dejarme, yo estaría encantada de hacerlo. Seguí llorando, con la cabeza gacha hasta que mi visión se nubló. No presté atención a los pasos hasta que oí una voz:«Sabía que estarías aquí».Dante colocó un paraguas sobre mi cabeza, parte de su cuerpo también estaba mojado. No pensé que me